miércoles, 30 de enero de 2013

Una isla en el corral

Puerto de Mazarrón (Murcia-España)
  Ni Daniel Defoe en su Robinson Crusoe, ni el escocés Robert Louis Stevenson en su Isla del Tesoro, hubiesen sido capaces de suponer que aquellos islotes perdidos y exóticos que ellos imaginaron - más que vieron - pudieran recrearse en el corral de una casa de vecindad; y en cambio ahí lo tienen, todo un islote de naufrago con palmeras rodeado de agua por todas partes menos por una, que directamente da al erial del solar de al lado.
  Un paraíso artificial creado por un listo promotor inmobiliario, al que seguramente en su día le quitaron los pisos de las manos. Y la cosa no pasaría de ser nada mas que otro anecdótico ejemplo de la horterez que ha dominado la sociedad de nuevos ricos de estos últimos años, si no fuera porque la imagen está tomada en una población de la costa Mediterránea en la que el litoral marino está a menos de doscientos metros de allí, y donde además abundan los islotes y playas de arena natural.
  Pero nó, eso no era suficiente, había que poner una isla en el corral, bueno pues ya la tenéis gilipollas, pero que sepáis que cuando os estéis ahogando y arrojéis una botella a vuestro pequeño mar de agua clorada pidiendo auxilio, esta solo llegará al solitario y abandonado solar de al lado, y seguramente nadie (incluidos los bancos que os dieron la hipoteca) vaya a prestaros ayuda.