martes, 4 de diciembre de 2012

Isabel I

Madrigal de las Altas Torres (Avila), lugar de nacimiento de la reina Isabel
Alguien dijo una vez, que nunca un rey llegará a disfrutar del Paraíso, aunque se le santifiqué,  y sin embargo varios lo han sido en diferentes momentos de la historia. Un personaje real que hace cola para ello lo es la reina Isabel I, conocida y nombrada por bula papal como La Católica, sobre la cual desde hace quinientos años se vienen escribiendo miles de páginas, y eso que sólo vivió cincuenta y tres años.

La primera biografía de la Reina Católica considerada en términos historiográficos es la del Padre Enrique Flórez, publicada en Madrid en el año 1790. En ella abundan los panegíricos favorables a la espiritualidad de Isabel, incluido el famoso Ipsa laudabitur (‘Por sí misma será ella alabada’) que ha acompañado desde entonces el devenir de esta reina castellana.

Pero el auge de los estudios biográficos sobre Isabel la Católica surgirán a finales  de los siglos XX y principios del XXI , con trabajos como los de  Ríos Mazcarelle (1996), a los que siguieron los de  Enrique San Miguel Pérez y Peggy Liss (1998) y González Sánchez (1999). En el 2002 Alvar Ezquerra se preocupó más por los aspectos personales de la reina, mientras que en el 2003 David A. Boruchoff editó una serie de ensayos críticos sobre Isabel, destinados preferentemente a la comunidad académica norteamericana.

Castillo de la Mota (Medina del Campo-Valladolid)
De vuelta al entorno académico peninsular, pero ya en el año 2003, se sitúa la biografía isabelina del académico Manuel Fernández Álvarez, tan amena, pulcra y documentada como todas las obras de este gran historiador. Más erudita y compacta es la del también académico Luis Suárez Fernández, uno de los mayores expertos en el reinado de los Reyes Católicos.

Por todo ello podemos decir que La reina Isabel La Católica ha sido una figura estudiadísima, pero que todavía continúa (y continuará en el futuro) suscitando la atención de estudiosos e investigadores, por la tremenda importancia del personaje en el devenir de la Historia de este país.

Un buen ejemplo de ello, es que después del auge de las corrientes literarias que han puesto de moda el novelar la historia, ahora vemos como estas se refuerzan con un paso más, el de tele-novelarla, lo que ha conseguido que un buen número de espectadores se interesen, no sólo por el personaje, sino también por la época histórica, una de las más activas e inquietas de este país. 

Monumento a Isabel I
 en la Plaza de Medina del Campo (Valladolid)
Recordemos que durante el reinado de este singular personaje real, los reinos de España salieron de la Edad Media para entrar en la moderna, unificándose por imposición real. Se descubre un nuevo continente y se ponen las bases para lo que no tardando mucho llegaría a ser un efímero Imperio, pero en definitiva un Imperio que heredó un nieto de esta mujer que nació para ser una princesa más, a casar con algún monarca europeo, y que término siendo una reina del Renacimiento, cuyo gobierno tuvo más luces que sombras, entre las que nos se pueden obviar el recrudecimiento de las persecuciones de la Inquisición, la expulsión de judíos y moriscos, por lo que seria muy conveniente el repensarse la posibilidad de remontar a esta importante figura histórica más allá de la historiografía, evitando en lo posible caer en la atrevida intención de elevarla a los altares. 



Cuando me llegue la hora...

...me gustaría que mis amigos me redactasen una esquela como esta.